Esta vez y sin presión, Waterpolo en su pura esencia.
El grupo se conjura para jugar y disfrutar del juego.
El equipo contrario con su estrella en la grada, nerviosos, ganar si o si, en casa.
Pedro Biart saca de la chistera toda su experiencia, sus conocimientos adquiridos como jugador en División de Honor. Táctica, conocimiento del juego y de las posibilidades propias y ajenas. Los árbitros nos anuncian, desde la primera jugada que nos aplicarían el reglamento a rajatabla. El equipo diezmado, y con las tres expulsiones, practicamente sin banquillo, pero los chavales entregados y aguantando el ritmo infernal que se nos venía encima. El cielo amenazaba tormenta. Pero ésta tronó en la piscina, agresión a Millán que se fue al Botiquín, un jugador menos, tensión, miradas, provocaciones. Pero el juego sigue nadie pierde la cabeza. Muy nervioso el equipo local, las gradas y los árbitros. El partido en el último cuarto se nos puso de cara con el acierto a portería y un portero, Andrés que demostró porqué puede ser internacional, no solo parando, sino lo más importante, dirigiendo el juego, interpretando lo que pide Pedro y haciéndoselo llegar al equipo. Buenos brazos, controlando a Gustavo Marcos, si es que se le puede parar, el mejor en el agua. Este si que sabe, veteranía, buen hacer, limpio, agresivo pero no violento.
En cualquier momento Adrián y Mario, los más jóvenes, podrían haber hecho crack, no había sustitución, pero les salío la raza, la preparación física y el sacrificio dieron sus frutos, y aguantaron hasta el final. Las decisiones en los últimos minutos, buenas o malas de los jugadores, ya al límite de sus fuerzas, los árbitros, que interpretan lo que ven y aplican el reglamento y sobre todo la fe en la victoria del Mediterrani les dió el triunfo y un merecido 6º puesto. Felicidades.
Para los jugadores del Sevilla fué un ilusionante sueño mientras duró. Adiós a División de Honor. I´LL COME BACK (Miguel Angel)
El grupo se conjura para jugar y disfrutar del juego.
El equipo contrario con su estrella en la grada, nerviosos, ganar si o si, en casa.
Pedro Biart saca de la chistera toda su experiencia, sus conocimientos adquiridos como jugador en División de Honor. Táctica, conocimiento del juego y de las posibilidades propias y ajenas. Los árbitros nos anuncian, desde la primera jugada que nos aplicarían el reglamento a rajatabla. El equipo diezmado, y con las tres expulsiones, practicamente sin banquillo, pero los chavales entregados y aguantando el ritmo infernal que se nos venía encima. El cielo amenazaba tormenta. Pero ésta tronó en la piscina, agresión a Millán que se fue al Botiquín, un jugador menos, tensión, miradas, provocaciones. Pero el juego sigue nadie pierde la cabeza. Muy nervioso el equipo local, las gradas y los árbitros. El partido en el último cuarto se nos puso de cara con el acierto a portería y un portero, Andrés que demostró porqué puede ser internacional, no solo parando, sino lo más importante, dirigiendo el juego, interpretando lo que pide Pedro y haciéndoselo llegar al equipo. Buenos brazos, controlando a Gustavo Marcos, si es que se le puede parar, el mejor en el agua. Este si que sabe, veteranía, buen hacer, limpio, agresivo pero no violento.
En cualquier momento Adrián y Mario, los más jóvenes, podrían haber hecho crack, no había sustitución, pero les salío la raza, la preparación física y el sacrificio dieron sus frutos, y aguantaron hasta el final. Las decisiones en los últimos minutos, buenas o malas de los jugadores, ya al límite de sus fuerzas, los árbitros, que interpretan lo que ven y aplican el reglamento y sobre todo la fe en la victoria del Mediterrani les dió el triunfo y un merecido 6º puesto. Felicidades.
Para los jugadores del Sevilla fué un ilusionante sueño mientras duró. Adiós a División de Honor. I´LL COME BACK (Miguel Angel)
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